Los chatbots han evolucionado de simples asistentes a acompañantes emocionales, generando preocupaciones sobre su uso. Expertos advierten sobre los peligros de depender de estas tecnologías para el bienestar emocional.
El avance de la inteligencia artificial ha llevado a la integración de chatbots en la vida diaria, transformándose en acompañantes emocionales. Sin embargo, esta evolución ha generado alarmas en expertos que advierten sobre los riesgos de atribuirles un rol afectivo. Jon Hernández, especialista en IA, señala que millones de personas podrían estar delegando su bienestar emocional en sistemas que no están diseñados para entender emociones humanas.
Riesgos de los chatbots emocionales
Un estudio de OpenAI reveló que el 23% de los usuarios de chatbots desarrolla dependencia emocional, y un 15% prefiere interactuar con una IA en lugar de personas reales. La calidad de las conversaciones es crucial, ya que los sistemas aprenden de los gustos del usuario, adaptando su personalidad y estilo de comunicación. Sin embargo, los chatbots solo imitan emociones, lo que puede llevar a vínculos parasociales y preocupaciones sobre la privacidad de los datos compartidos.
Hernández advierte que, aunque los chatbots pueden parecer compañeros, en realidad son una ficción que no puede reemplazar la conexión humana. Además, el almacenamiento de conversaciones por grandes corporaciones plantea riesgos sobre la privacidad y el uso de datos sensibles. La profesora Thao Ha destaca que el 72% de los adolescentes ha probado compañeros de IA, lo que plantea desafíos en la confianza emocional hacia estas tecnologías.
¿Deberíamos confiar en los chatbots para nuestro bienestar emocional?
Fuente: infobae