(Manual) De las 'smart cities' a las ciudades del bienestar 5.0

De las ‘smart cities’ a las ciudades del bienestar 5.0

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El Smart City Expo World Congress en Barcelona destaca la necesidad de evolucionar hacia la «ciudad 5.0», donde la tecnología sirva al bienestar humano. Expertos advierten que la inteligencia urbana debe centrarse en la equidad y la inclusión social.

Cada año, Barcelona se convierte en escaparate del futuro urbano. Robots que limpian calles, redes eléctricas inteligentes y sensores que monitorizan el aire son solo algunas de las innovaciones presentadas. Sin embargo, surge una pregunta crucial: ¿puede una ciudad ser realmente «inteligente» si no mejora la vida emocional y comunitaria de sus habitantes? Tras más de una década de desarrollo de smart cities, se hace evidente que la inteligencia técnica no es suficiente. La gran tarea pendiente es avanzar hacia el nuevo paradigma de la «ciudad 5.0», donde la tecnología se utilice para el bienestar humano y no al revés.
El concepto de ciudad 5.0 proviene de la idea de society 5.0, promovida por el gobierno de Japón en 2016. Esta visión busca un equilibrio entre el crecimiento económico y la resolución de problemas sociales. En el contexto urbano, la ciudad 5.0 se aleja de la obsesión por los datos y algoritmos, adoptando una inteligencia más integral que combina innovación con equidad, eficiencia con empatía y sostenibilidad con un sentido de comunidad. A diferencia de la smart city tradicional, que se basa en un ecosistema de sensores, la ciudad 5.0 se centra en soluciones que fomentan la inclusión y el empoderamiento ciudadano.
En el reciente Smart City Expo World Congress, que reunió a más de 1.100 expositores y 27.000 participantes, el lema «The time for cities» invitó a las ciudades a liderar la transformación mundial. Sin embargo, muchos de los discursos se centraron en la inteligencia artificial y la eficiencia energética, relegando a un segundo plano la dimensión relacional y comunitaria que define el bienestar urbano.
La evolución hacia una ciudad 5.0 no solo requiere innovaciones tecnológicas, sino también un enfoque en la convivencia y el bienestar social. Esto implica que no solo ingenieros y urbanistas participen en el diseño de las ciudades, sino también profesionales de la psicología, la educación y la ecología. La verdadera revolución urbana no llegará cuando todas las ciudades sean smart, sino cuando todas sean verdaderamente humanas.
¿NO SERÁ QUE ESTAMOS HACIENDO DE LA TECNOLOGÍA UN FIN Y NO UN MEDIO PARA EL BIENESTAR HUMANO?

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