La inteligencia artificial transforma las valoraciones inmobiliarias
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La inteligencia artificial está revolucionando las valoraciones inmobiliarias, mejorando la precisión y la rapidez en la toma de decisiones. Expertos como Victoria Corral de Solver IA destacan su impacto en consumidores y empresas del sector.
En un sector históricamente dominado por la experiencia humana y los métodos tradicionales, la inteligencia artificial (IA) comienza a marcar un antes y un después dentro del universo inmobiliario. Hablamos con Victoria Corral, experta en IA y CEO de Solver IA, sobre cómo los algoritmos están transformando las valoraciones inmobiliarias. La IA puede revolucionar las valoraciones para distintos actores del sector: consumidores finales, inmobiliarias, entidades financieras y organismos públicos, como el Catastro. Sus principales ventajas son la automatización y precisión en la valoración, junto con rapidez y escalabilidad, generando mayor objetividad y confianza en los precios. Esto también promueve la transparencia sobre comisiones de intermediarios y una valoración más ágil en operaciones de compraventa, herencias o hipotecas.
Para inmobiliarias y fondos, la IA permite analizar grandes volúmenes de datos, identificar oportunidades de compra, detectar posibles fraudes y hacer seguimiento de carteras, apoyando la toma de decisiones estratégicas. A diferencia de los métodos tradicionales, la IA sustituye procesos manuales basados en tasaciones presenciales y en el juicio subjetivo del tasador. Además, es capaz de detectar patrones complejos y no lineales entre muchas variables, mientras que los métodos clásicos suelen apoyarse en relaciones más simples y lineales.
La IA trabaja con grandes volúmenes de datos objetivos, como transacciones históricas, imágenes de portales, ubicación, transporte, tendencias urbanas o riesgo climático. También se utilizan datos públicos como geolocalización, catastro y actualizaciones en tiempo real del mercado y de indicadores socioeconómicos. Otro aspecto clave es que permite ofrecer horquillas de confianza en la valoración, lo que ayuda a interpretar mejor el resultado. Además, incorpora funcionalidades adicionales como mapas de calor y predicciones, dejando que el tasador siga validando factores subjetivos.
Sin embargo, existen desafíos en el tratamiento de datos inmobiliarios, como la baja calidad o escasez de datos históricos, la falta de normalización y problemas de privacidad. A largo plazo, la IA puede democratizar el acceso a la información inmobiliaria, permitiendo que más personas y empresas accedan a valoraciones precisas sin depender de grandes plataformas. El asesor inmobiliario del futuro será un experto en datos, pero también en el “ladrillo”, combinando conocimiento del cliente con experiencia especializada en el sector.
¿QUIÉN DIJO QUE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL NO PUEDE HACER LO QUE UN HUMANO HACE MEJOR, PERO CON MENOS ERRORES?