Las pequeñas empresas europeas viven un momento de cambio que ya no depende solo de tener presencia online
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La mayoría de las pequeñas empresas europeas desea integrar herramientas digitales e IA para crecer, pero carecen de un plan claro. Temen equivocarse en la implementación y enfrentan barreras como la falta de conocimientos técnicos y recursos adecuados.
Las pequeñas empresas en Europa se encuentran en un momento crucial, donde la digitalización y la adopción de inteligencia artificial (IA) se han convertido en imperativos para su supervivencia y crecimiento. Según el estudio “Digital Readiness & AI Adoption. Insights Across Europe 2025”, publicado por team.blue, la mayoría de las pymes reconoce que estas herramientas pueden mejorar su competitividad y abrir nuevas oportunidades de negocio. Sin embargo, a la hora de tomar decisiones concretas, muchos responsables no saben por dónde empezar, lo que genera una sensación de incertidumbre y vértigo tecnológico.
El informe destaca que, a pesar del interés por la IA, las pequeñas empresas enfrentan dudas sobre cómo implementarla sin riesgos. Temen cometer errores en la elección de soluciones, lo que podría afectar su operativa y empleo. Aun así, el 50% de las pymes consultadas considera que la IA podría mejorar su productividad y facilitar decisiones más rápidas y fundamentadas en datos.
En el contexto europeo, España se posiciona como uno de los países más dispuestos a adoptar nuevas tecnologías. Las empresas españolas muestran un mayor interés que la media europea en automatizar tareas, mejorar la atención al cliente mediante chatbots y avanzar en marketing digital. Sin embargo, las barreras como la falta de formación y la incertidumbre económica persisten.
Una de las conclusiones más relevantes del estudio es que las pymes no solo buscan herramientas, sino también acompañamiento. Necesitan proveedores que les guíen en el proceso de digitalización, ofreciendo soluciones integrales y recursos educativos que les permitan dar el salto sin complicaciones. Este acompañamiento es crucial para que las pequeñas empresas se sientan seguras al adoptar nuevas tecnologías.
El reto no es solo tecnológico, sino también cultural. La confianza en la digitalización y la IA es fundamental. Las pymes necesitan comprender los beneficios y ver ejemplos reales que les aseguren que no perderán datos ni cometerán errores costosos. La formación interna y la claridad en los mensajes tecnológicos serán determinantes en los próximos años.
El estudio concluye que 2025 podría ser un año decisivo, ya que las pymes europeas reconocen la necesidad de un salto digital para seguir siendo competitivas. La conversación ha cambiado de “si” deben dar ese paso a “cómo” hacerlo sin temor y con el acompañamiento adecuado.
¿QUIÉN DIJO QUE LA DIGITALIZACIÓN ERA FÁCIL, CUANDO EN REALIDAD ES UN JUEGO DE RUSO ROULETTE TECNOLÓGICO?