Olga Pané dijo que Catalunya tardará en tener más profesionales sanitarios y que la IA va a ayudar porque “diagnostica con una precisión igual o superior”
La implementación de la inteligencia artificial (IA) en el sistema de salud ha generado un intenso debate sobre su efectividad y su papel en la atención médica. Durante la firma de un convenio con el Gobierno, la consellera de Salut de Catalunya, Olga Pané, afirmó que la IA puede diagnosticar con una precisión igual o superior a la de los profesionales sanitarios. Esta declaración, sin embargo, provocó la indignación del sector sanitario, que teme que se promueva la idea de que los médicos son sustituibles por estas herramientas tecnológicas. El sindicato Metges de Catalunya exigió una rectificación, argumentando que la intervención de Pané podría malinterpretarse.
Varios estudios respaldan la afirmación de que la IA puede ser efectiva en diagnósticos médicos específicos, especialmente en el análisis de imágenes. Sin embargo, no puede reemplazar la atención del personal sanitario, como indican informes de la OMS y la OCDE. Un estudio reciente publicado en la revista Nature reveló que la precisión diagnóstica de los modelos de IA es del 52,1%, aunque su rendimiento fue inferior al de médicos especialistas.
El convenio firmado el 13 de noviembre entre la Generalitat y el Estado contempla una inversión de 27 millones de euros para modernizar el sistema sanitario catalán mediante nuevas tecnologías. Esto incluye herramientas de IA que pueden ayudar en tareas específicas, pero no reemplazarán la experiencia y el juicio clínico de los médicos. La presidenta del Col·legi de Metges de Barcelona, Elvira Bisbe, enfatizó que la IA puede ser un apoyo, pero no puede sustituir la atención humana.
A pesar de los beneficios potenciales de la IA, como la reducción de la carga de trabajo y el tiempo de diagnóstico, es crucial que estas herramientas se desarrollen con la participación de profesionales médicos. En España, se estima un déficit de 5.000 médicos especializados, lo que subraya la necesidad de mantener a los profesionales en el centro de la atención sanitaria.