La UE, rezagada en innovación frente a EEUU: destina un 35% menos a I+D y sus empresas invierten una sexta parte en IA
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A la Unión Europea le falta competitividad en innovación frente a Estados Unidos. La inversión en I+D es un 35% inferior, y en IA, las empresas europeas destinan solo una sexta parte que las estadounidenses, según el think tank EuropeG.
La Unión Europea (UE) se enfrenta a un desafío significativo en su capacidad de innovación, especialmente en comparación con Estados Unidos. Un reciente estudio del think tank **EuropeG**, dirigido por **Antoni Castells**, revela que la inversión promedio en investigación y desarrollo (I+D) en la UE es un 35% inferior a la de Estados Unidos. Este informe, titulado «La nueva política industrial en la Unión Europea», destaca que mientras la UE destina el 2,3% de su PIB a I+D, Estados Unidos invierte un 3,5%, según datos de **Eurostat** y la **OCDE** de 2023.
La brecha en la inversión se traduce en un retraso en productividad y rentabilidad empresarial, lo que pone en riesgo el liderazgo tecnológico de Europa. En el ámbito privado, las empresas europeas invierten en inteligencia artificial (IA) solo 11.000 millones de euros, en comparación con los 67.000 millones de euros que invierten las empresas estadounidenses. Este desfase es alarmante y se espera que se mantenga en 2025.
El informe también señala que la UE está atrapada en lo que se denomina «trampa tecnológica media». Mientras que en Estados Unidos, el 85% del gasto empresarial en I+D se destina a industrias de alta tecnología, en la UE, el 50% se concentra en sectores de tecnología media, como la automoción. Esta falta de enfoque en tecnologías emergentes como la IA y la biotecnología limita las oportunidades de crecimiento.
Los autores del informe, que incluyen a académicos como **Rafael Myro** y **Vicente Salas**, proponen varias soluciones, como duplicar los fondos comunitarios de innovación hasta los 200.000 millones de euros y crear una agencia similar a la **ARPA** estadounidense. También se menciona la fragmentación del mercado europeo y la dependencia excesiva de la financiación bancaria como factores que obstaculizan la innovación.
La situación es crítica, y la falta de coordinación en los presupuestos nacionales agrava el problema. La UE debe actuar rápidamente para no quedarse atrás en la carrera tecnológica global.
¿QUIÉN DIJO QUE LA INNOVACIÓN NO TIENE PRECIO? ¡PARECE QUE EN EUROPA NO LO HAN DESCUBIERTO AÚN!